#WomenIRL

SOBREVIVIR AL CAMBIO DE ARMARIO SIENDO #MALAMADRE

25 Octubre 2016

Laura Baena, la fundadora del Club Malas Madres (para mamás muy IRL…) llega a nuestro Blog Kiss para compartir con nosotros sus vicisitudes como madre.

No te pierdas su columna con la que no pararás de reír leyendo las anécdotas de una madre en apuros que, como buena digital woman, intenta (no siempre con éxito) compaginar sus distintas facetas como mujer:

Toda Malamadre con sueño infinito sabrá lo difícil que es sobrevivir al cambio de armario. Porque ¡qué levante la mano el buenpadre que ha cambiado al menos una vez en su vida un armario! ¿Tú? Llámame porque necesito conocerte, levantarte un monumento de piedra en la Malasmadres House y traerte a casa a que charles con mi querido partener.

Me he aferrado con uñas y dientes para no cambiar el armario.  ¡Os lo juro! La pereza que me daba visualizarlo era directamente proporcional a los gritos de la buenahija2 cualquier día. Pero dos acontecimientos perturbaron la paz interior de mis armarios la última semana:

Primero y más determinante, el descenso brusco de las temperaturas. ¿Y ahora qué nos ponemos? Sobre todo las buenashijas porque tú siempre tienes un legging de la preñez en el fondo del armario que te salva de un apuro. Pero las buenashijas con las cachas al aire son un peligro, salir con el pijama debajo no era la mejor de las soluciones, y así fue cogieron frío y con él un constipado de campeonato.

Y segundo, la charla de María Gallay en la Malasmadres House y su “quitar todo lo que sobra”. Desde que la conozco voy por la vida de otra manera, sintiéndome más libre y, lo que es mejor, con más espacio a mi alrededor. Cuando era una “jovensuela” tenía un síndrome de Diógenes altamente desarrollado y cuidado con mucho amor. Y si no que se lo pregunten a mi madre. Sólo tenéis que viajar a su casa en tierrasanta, entrar en mi habitación y ver las colecciones de cosas “maravillosas” que tengo allí expuestas. La más visible “la colección de sorpresas del Roscón de Reyes”. Pensaréis “menuda chica con suerte, que siempre le tocaba”. Entre tú y yo… hay truquillos inconfesables para ser la afortunada cada Navidad, como pinchar sutilmente con el cuchillo el rosco y ¡voila!

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Desde que llegó la teoría del orden a mi vida, abro el armario y busco a mi presa del día: ese pantalón dos tallas más pequeño que me corta la respiración, esa minifalda que sueño con volverme a poner o ese jersey deforme pero tan calentito. Lo abrazo y le pregunto: “y tú, ¿me haces feliz?”. Intentan aferrarse a la vida, pero sin poder hacer nada acaban en la primera bolsa de basura.

A mi obsesión por “quitar lo que sobra” y el fresquete que ha llegado, se une el sueño que arrastro. Las rabietas de la buenahija2 son por todos conocidas en mi IG y sus pocas horas de sueño también. Así que cuando duermes tan poco como yo últimamente y eres hiperactiva por naturaleza los días se hacen tan largos que te da tiempo a currar como una descosida (bendito emprendimiento), a limpiar como una posesa, a ordenar lo ordenado y a tirar, a tirar TODO.

5 bolsas salieron de los armarios de esta casa el sábado pasado. Después de que me recorriera el cuerpo una paz interior brutal, miré los armarios y me sentí satisfecha de mi heroicidad.

Pero… “¿dónde está mi falda nueva, esa del año pasado que me encantaba?”

Quitando un  par de desapariciones trágicas y algún error ocultado al buenpadre, ver que tengo perchas vacías me da subidón. Un subidón de pensar con qué las ocuparé. Después de 5 años y dos embarazos y dos postpartos es mi momento.

Así que una vez que he tirado TODO, ahora urge renovación de armario. Y visualizo las fechas señaladas que llegan: primero mi santo, luego Navidad, que parece lejos pero ahí está acechando desde la estantería del súper con sus mazapanes y hojaldrinas. Así que anoche, en una de mis largas horas de desvelo con La Niña intensa en el regazo empecé a guardar enlaces de cosas que necesito pero YA. ¿No os pasa que siempre os centráis en lo que necesitan ellas? ¿Y nosotras qué?

Así que ahora os dejo que he pensado irme de compras, online claro, porque si cambiar el armario es una prueba de fuego, irte de shopping con las buenashijas es descender al mismísimo infierno.

Antes de irme, tres consejos para las que aún no habéis hecho el cambio de armario:

  1. Hacerlo SOLA, sin buenoshijos pululando o acabaras muy desquiciada.

  2. Buscar aliados para poder cumplir el primero. Es fundamental para sobrevivir, a menos que como en mi caso no haya familia cerca y el buenpadre no esté dispuesto a abandonar todo el día el hogar familiar.

  3. Piensa en el hueco que dejaras para las nuevas compras online o los ansiados autorregalos navideños.

¡Feliz Cambio de Armario!

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